lunes, abril 11, 2011

Aguacero

las manos de maria apenas si conocen
los techos de la vieja ciudad de valencia
despues que las nubes
desatan
sobre nuestras cabezas
un torrencial abrazo
de charcos y sapos
como aquellos vestidos de caballeros
que se paseban por las calles
que bandeira visito
burdeles
mojados
mensajes indiscriminados
de las putas
indiferentes
ante las monedas
en honor
as esos
viejos dioses
desconocidos
para muchos de nosotros
pero
que nos rondan
en cada cerveza
y cada mano
amortiguando
palabras contra las paredes
de barro
mudas
solo mudas
hasta en sus sueños
y maria
aun deteniendo
con un paraguas
los charcos y los sapos
ahora
vestidos de animal
cantan
y cantan
en su lengua secreta
la que bandeira
escucho
un dia
al salir del bar
saltando charcos