Eternamente , entre la dulce ebriedad del caos y la simple tranquilidad del orden 
Ojas de loto 
Para soñar 
Para el azar 
Para la vida  
Hilos de plata rotos sobre nuestras manos inevitablemente acercándonos a 
Nuestros dioses 
En la otra vida que es la muerte 
A la que tanto tememos 
 
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